“Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él.” Salmo 118:24. Cada día es un regalo valioso y precioso de Dios, lleno de nuevas misericordias y oportunidades. Se nos recuerda en Mateo 6:34 que no nos preocupemos por el mañana, porque el día de hoy tiene suficientes problemas propios. Incluso si ayer estuvo lleno de desafíos, hoy ofrece un nuevo comienzo y el potencial para la alegría y la victoria. Si los errores del pasado pesan en tu conciencia, la gracia y el poder de Dios están disponibles para corregir las cosas hoy.
Abracemos la verdad de que “hoy es el día que hizo el Señor” y encontremos alegría en él. Es el Señor quien ha orquestado este día específicamente para nosotros. Él es fiel y se asegura de que no enfrentemos tentaciones o pruebas más allá de nuestra capacidad de soportar. 1 Corintios 10:13 nos asegura que Él proveerá una salida a cada tentación. Además, Romanos 8:28 promete que todas las cosas obran para bien para aquellos que aman a Dios. Hoy, Dios ha preparado buenas obras para nosotros, y Efesios 2:10 afirma que tenemos la gracia y la fuerza para realizarlas.
Debemos esforzarnos por vivir cada día con intención, como si fuera el último. Hoy podría ser la única oportunidad que tengamos para demostrar bondad, compasión y amor a los demás. Glorifiquemos a Jesús en nuestras palabras y acciones, permitiendo que nuestro amor brille intensamente en medio del bien y del mal. Este es el día para perseverar a través de los desafíos, soportar el sufrimiento y sobrellevar todas las cosas con alegría, confiando en que Dios es soberano y tiene el control. Hoy, elegimos la valentía sobre el miedo, enfocándonos en lo eterno en lugar de lo temporal, sabiendo que nuestras aflicciones presentes son ligeras y momentáneas en comparación con la gloria eterna que nos espera (2 Corintios 4:16-18). “Hoy es el día que hizo el Señor”, regocijémonos y alegrémonos en él.