Las encuestas nacionales sugieren una competencia cerrada entre Kamala Harris y Donald Trump en las próximas elecciones presidenciales. Harris ha mantenido una ligera ventaja desde su entrada en la contienda, pero las tendencias recientes indican una brecha cada vez menor entre ambos candidatos.
Si bien las encuestas nacionales proporcionan una visión general de la popularidad de los candidatos, el sistema del Colegio Electoral de EE. UU., que asigna votos a los estados según el tamaño de su población, determina en última instancia al ganador. Un candidato necesita 270 votos electorales para asegurar la presidencia.
Esta elección se centra en un puñado de estados indecisos o en disputa donde ambos candidatos tienen una posibilidad viable de ganar. Estos estados tienen una influencia significativa en el resultado final, ya que la mayoría de los demás estados votan constantemente por el mismo partido.
Los datos actuales de las encuestas en los estados indecisos revelan una carrera muy reñida, con ventajas que a menudo se encuentran dentro del margen de error. Esto dificulta declarar definitivamente a un favorito basándose únicamente en los promedios de las encuestas. Además, las encuestas individuales suelen tener un margen de error de tres a cuatro puntos porcentuales.
El análisis de las tendencias desde que Harris se unió a la contienda revela ventajas fluctuantes en estados como Arizona, Georgia, Nevada y Carolina del Norte. Trump actualmente tiene una ligera ventaja en estos estados. En Michigan, Pensilvania y Wisconsin, Harris lideró inicialmente, pero en las últimas semanas se ha observado un importante estrechamiento en las encuestas, con Trump ocasionalmente tomando la delantera en Pensilvania. Estos tres estados, tradicionalmente bastiones demócratas, fueron cruciales en la victoria de Trump en 2016 y en la posterior recuperación de Biden en 2020. Su resultado probablemente jugará un papel crucial en la determinación del próximo presidente.
El sitio web de encuestas 538, afiliado a ABC News, recopila y analiza datos de encuestas de diversas fuentes, tanto a nivel nacional como en estados indecisos. Emplean medidas de control de calidad, incluyendo criterios para la inclusión de encuestas basados en la transparencia y la metodología.
Los datos históricos de las encuestas revelan casos en los que las encuestas subestimaron el apoyo a Trump en elecciones anteriores. Las elecciones de 2020 registraron el mayor error de las encuestas nacionales en 40 años. Los factores que contribuyen a estas inexactitudes incluyen las decisiones de voto de última hora, la sobrerrepresentación de ciertos grupos demográficos en las muestras de las encuestas y las dificultades para involucrar a los partidarios de Trump en las encuestas. Los encuestadores han implementado cambios para abordar estos problemas, y las elecciones intermedias de 2022 mostraron una mayor precisión. Sin embargo, la ausencia de Trump en la boleta electoral de las elecciones intermedias deja incertidumbre sobre si estos ajustes tendrán en cuenta eficazmente los patrones de votación únicos asociados con su candidatura.