Amnistía Internacional ha publicado un informe acusando a Israel de cometer genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza. El informe, titulado “‘Te sientes como si fueras subhumano’: El genocidio de Israel contra los palestinos en Gaza”, detalla las acciones tomadas por Israel durante y después de los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023 que, según Amnistía, constituyen genocidio según el derecho internacional. El informe alega que Israel ha participado en asesinatos, ha infligido daños graves y ha creado deliberadamente condiciones de vida diseñadas para destruir a la población palestina en Gaza.
La Secretaria General de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, declaró que las acciones de Israel demuestran una intención de destruir físicamente a los palestinos en Gaza, tratándolos como subhumanos e indignos de los derechos básicos. La organización pide el fin inmediato de estas acciones e insta a los estados que suministran armas a Israel a que cesen sus transferencias, argumentando que corren el riesgo de ser cómplices de genocidio. Amnistía nombra específicamente a Estados Unidos y Alemania como proveedores clave de armas que deben actuar.
El informe destaca la grave situación en el norte de Gaza, donde la población se enfrenta al hambre, el desplazamiento y los bombardeos incesantes. Amnistía critica las restricciones de Israel a la ayuda humanitaria, acusándolos de infligir daño irreparable a los palestinos a sabiendas, a pesar de las advertencias y las órdenes legales de la Corte Internacional de Justicia. Amnistía sostiene que el objetivo militar declarado de Israel de erradicar a Hamás no justifica la intención genocida, argumentando que ambos pueden coexistir.
La metodología de investigación de la organización incluyó entrevistas con 212 personas, incluidas víctimas, testigos y trabajadores de la salud. También se realizó trabajo de campo, análisis de evidencia visual y digital, incluyendo imágenes satelitales, y revisión de declaraciones de funcionarios israelíes. Amnistía afirma haber compartido sus hallazgos con las autoridades israelíes, pero no recibió una respuesta sustantiva.
Amnistía Internacional afirma que las acciones de Israel han provocado la muerte de más de 42,000 palestinos, incluidos más de 13,300 niños, y han herido a más de 97,000 hasta el 7 de octubre de 2024. La organización cita una destrucción sin precedentes, afirmando que ciudades enteras han sido arrasadas y la infraestructura crítica destruida, lo que hace que gran parte de Gaza sea inhabitable.
El informe describe las horribles condiciones de vida, con sobrevivientes que relatan las dificultades por la falta de agua potable, saneamiento y bombardeos constantes. Amnistía acusa a Israel de crear una combinación mortal de desnutrición, hambre, enfermedades y exposición a una muerte lenta y calculada. La organización también alega que cientos de palestinos de Gaza han sido sometidos a detención incomunicada, tortura y otros malos tratos.
Amnistía Internacional analizó la conducta de Israel, las declaraciones oficiales y el contexto histórico del apartheid, el bloqueo de Gaza y la ocupación militar del territorio palestino para determinar la intención genocida. La organización rechaza las afirmaciones de Israel de atacar legítimamente a Hamás y culpar a Hamás por la crisis humanitaria, afirmando que Israel repetidamente no tomó precauciones para proteger a los civiles y obstruyó la entrega de ayuda.
El informe destaca 22 declaraciones hechas por altos funcionarios israelíes que Amnistía cree que incitan o justifican actos genocidas, proporcionando evidencia directa de intención genocida. La organización también cita evidencia audiovisual de soldados pidiendo la erradicación de Gaza y celebrando la destrucción de la infraestructura palestina.
Amnistía Internacional documentó casos específicos de asesinatos y daños graves, revisando 15 ataques aéreos que resultaron en la muerte de al menos 334 civiles, incluidos 141 niños. El informe detalla la destrucción de la casa de la familia Abdelal en Rafah, donde 16 niños murieron mientras dormían. Estos casos se presentan como indicativos de un patrón más amplio de ataques contra civiles.
El informe acusa a Israel de infligir deliberadamente condiciones de vida destinadas a la destrucción de los palestinos en Gaza. Esto incluye daños a la infraestructura esencial, desplazamiento forzado masivo a través de órdenes de “evacuación” y la denegación de servicios esenciales y ayuda humanitaria. Amnistía critica la negativa de Israel a permitir que los palestinos desplazados regresen a sus hogares o se reubiquen en otras áreas.
Amnistía Internacional pide que se rindan cuentas, instando a la Corte Penal Internacional a investigar posibles cargos de genocidio. La organización también exige la liberación de rehenes civiles, la rendición de cuentas de Hamás y otros grupos armados palestinos, y sanciones específicas contra los funcionarios implicados. El informe concluye pidiendo el fin de la impunidad por las violaciones del derecho internacional por parte de Israel y una acción internacional enérgica para poner fin al presunto genocidio. Amnistía exige el arresto de los funcionarios israelíes acusados por la CPI por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.