Estrategia de Seguridad Nacional “América Primero” de Trump

El presidente Trump anunció una nueva estrategia de seguridad nacional que prioriza los intereses y la fortaleza económica de Estados Unidos. La estrategia, presentada en el Edificio Reagan, enfatiza un enfoque de “todo el gobierno” y un compromiso para reconstruir la posición global de Estados Unidos.

El secretario de Defensa, James Mattis, elogió la estrategia como “clara y completa”, enfatizando el papel de las fuerzas armadas para asegurar que los diplomáticos estadounidenses negocien desde una posición de fuerza. La estrategia busca proteger los intereses estadounidenses, asegurar las fronteras, fortalecer la economía y modernizar las fuerzas armadas.

Trump destacó la importancia de poner a “América Primero” en todas las decisiones, reconstruyendo la confianza de la nación y su influencia internacional. La estrategia abarca varios aspectos de la seguridad nacional, incluyendo la defensa nacional, el control fronterizo, las políticas comerciales y el poder económico.

La Ley de Autorización de Defensa Nacional de $700 mil millones de dólares, firmada por Trump, significa el compromiso de la administración con la fuerza militar como elemento disuasorio de conflictos y base para una paz duradera. La estrategia busca equipar a las fuerzas armadas con los recursos y el apoyo necesarios.

Trump abordó las amenazas específicas que representan naciones como Irán, Corea del Norte, Rusia y China. Destacó los éxitos contra ISIS, señalando la recuperación de casi el 100 por ciento del territorio que alguna vez estuvo en manos del grupo terrorista en Irak y Siria. Este éxito, según Trump, requiere la integración de todos los aspectos del poder nacional.

La estrategia describe cuatro intereses nacionales vitales: proteger al pueblo estadounidense, su patria y su forma de vida; promover la prosperidad económica; preservar la paz a través de la fuerza; y avanzar la influencia estadounidense a nivel mundial. Asegurar las fronteras se considera crucial para la seguridad nacional, junto con combatir el terrorismo islámico radical y prevenir su propagación dentro de los Estados Unidos. La estrategia también exige contrarrestar las amenazas en nuevos dominios como el ciberespacio y las redes sociales.

Por primera vez, la seguridad económica se reconoce como una piedra angular de la seguridad nacional. La estrategia enfatiza el vínculo entre la vitalidad económica y el poder y la influencia estadounidense en el extranjero. Trump enfatizó que intercambiar prosperidad por seguridad finalmente conduce a la pérdida de ambas.

La estrategia aboga por la modernización militar, revirtiendo las reducciones de fuerza anteriores y agilizando las adquisiciones para mejorar las capacidades militares. Exige la eliminación de las ineficiencias burocráticas y el aumento de la fuerza militar, lo que a su vez genera empleos.

La estrategia reconoce la importancia del espacio y el ciberespacio como nuevos dominios militares y enfatiza el fortalecimiento de las alianzas para abordar las amenazas emergentes. Reconoce la fuerza amplificada derivada de aliados que comparten principios comunes y responsabilidades para la seguridad mutua.

Finalmente, la estrategia busca avanzar la influencia estadounidense mediante la construcción de riqueza y poder a nivel nacional. Promueve alianzas sólidas basadas en la cooperación y la reciprocidad, buscando nuevas asociaciones con naciones que comparten objetivos e intereses comunes. Trump afirmó el compromiso de Estados Unidos de defender sus valores sin disculpas, promoviendo una visión de naciones fuertes, soberanas e independientes que respeten a sus ciudadanos y vecinos.

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