En nuestra casa, Halloween puede ser complicado. Mi hijo, Michael, tiene autismo y experimenta sobrecarga sensorial. Las luces brillantes, los sonidos fuertes y ciertas texturas pueden ser abrumadoras. Esto convierte a Halloween, con sus decoraciones y disfraces espeluznantes, en un posible campo minado. Él veta cualquier disfraz con máscara o sombrero: su política anti-tocados no es negociable.
Un año, nos disfrazamos de personajes de “Toy Story”. Michael fue Buzz Lightyear sin el casco. No era del todo preciso, pero evitó una crisis.
Pedir dulces puede ser especialmente desafiante. Las multitudes, los disfraces y los sonidos pueden volverse rápidamente demasiado. Ahí es donde entra la calabaza azul. Es un accesorio de Halloween que simboliza la conciencia sobre el autismo. Michael lleva una cada año.
Un Halloween, en una juguetería llena de decoraciones activadas por movimiento, Michael estaba al borde de la sobrecarga sensorial. El dueño de la tienda, al ver su calabaza azul, apagó los accesorios de miedo, iluminó las luces y habló con Michael con suavidad. La calabaza azul actuó como una señal silenciosa de comprensión.
La calabaza azul no está exenta de controversia. A algunos padres les preocupa que pueda convertir a su hijo en un objetivo, mientras que a otros no les gusta la necesidad de una etiqueta. También hay confusión con las calabazas color turquesa, que significan alergias alimentarias.
Para nosotros, es una herramienta valiosa. En situaciones de multitudes, comunica silenciosamente las necesidades de Michael, pidiendo paciencia y comprensión. Es una solicitud de un poco de gracia adicional para un niño que ya se siente diferente. No se trata de etiquetar; se trata de facilitar la comunicación y la inclusión.
Creemos que Michael merece disfrutar de Halloween como cualquier otro niño. Le encanta recolectar dulces y participar en las festividades, aunque sea por menos tiempo. La calabaza azul ayuda a que eso sea posible.
Si ves a un niño con una calabaza azul este Halloween, considera ofrecerle una sonrisa amistosa o preguntarle sobre su disfraz. Un poco de comprensión puede hacer una gran diferencia. Halloween debería ser un momento para que todos los niños experimenten alegría y sean ellos mismos. La calabaza azul ayuda a que Halloween sea más inclusivo para los niños con autismo.