El oro ha cautivado a las civilizaciones durante milenios, con extracciones que datan del año 2000 a. C. en Egipto y las primeras monedas de oro acuñadas en Roma alrededor del año 50 a. C. Esta fascinación perdurable proviene de la rareza inherente del oro, su durabilidad y su atractivo estético. Más allá de su valor ornamental, las propiedades únicas del oro lo convierten en un componente industrial crucial. Su maleabilidad, junto con su excelente conductividad eléctrica y térmica, lo hacen indispensable en la electrónica y la odontología. Durante aproximadamente 3000 años, el oro ha desempeñado un papel importante en la tecnología dental. Sin embargo, el sector de la joyería sigue siendo el mayor consumidor de oro, representando aproximadamente el 75% de su uso.
La minería de oro se realiza en todos los continentes excepto en la Antártida, donde los tratados internacionales prohíben dicha actividad. Sudáfrica lidera la producción mundial de oro con una participación de mercado sustancial del 16%. Décadas de minería continua han resultado en reservas mundiales de oro históricamente altas. A diferencia de otras materias primas, la casi indestructibilidad del oro y la falta de consumo contribuyen a su cantidad global cada vez mayor.
Estados Unidos posee las mayores reservas de oro, que ascienden a aproximadamente 8,133 toneladas métricas (287 millones de onzas). Le sigue Alemania con 3,417 toneladas métricas (120 millones de onzas), luego el Fondo Monetario Internacional con 3,217 toneladas métricas (113 millones de onzas) y Francia con 2,586 toneladas métricas (91 millones de onzas). Los últimos años han sido testigos de un aumento drástico en los precios del oro. Después de superar el umbral de $1,000 por onza en marzo de 2008, los precios del oro se dispararon a $1,600 por onza a finales de 2011. Esta volatilidad de precios subraya la importancia de mantenerse informado sobre el precio actual del oro hoy.
Invertir en oro ofrece un refugio seguro percibido y una cobertura contra las crisis económicas. Los inversores pueden adquirir oro a través de valores o compra física. Los bancos, los comerciantes de monedas y los minoristas de metales preciosos venden lingotes de oro y monedas de oro. Si bien la propiedad física del oro incurre en costos de almacenamiento, la negociación de valores implica tarifas de transacción. Los inversores también pueden participar en el mercado del oro a través de certificados de oro, fondos de oro o ETF de oro que se negocian en las bolsas de valores, eliminando la necesidad de posesión física. Xetra-Gold, un préstamo denominado en oro sin intereses que se negocia en la bolsa de valores como una acción, ofrece otra vía de inversión.
Los principales centros de comercio de oro incluyen Zúrich, Londres, Nueva York y Hong Kong. Las bolsas clave que facilitan el comercio de oro son la Bolsa Mercantil de Nueva York (COMEX), la Junta de Comercio de Chicago, Euronext/LIFFE, el Mercado de Lingotes de Londres, la Bolsa de Productos Básicos de Tokio, la Bolsa de Mercadorias e Futuros y la Bolsa de Futuros de Corea. Estas bolsas juegan un papel vital en la determinación del precio spot del oro e influyen en las tendencias del precio del oro hoy. Comprender estas dinámicas del mercado es crucial para cualquiera que busque invertir en oro o rastrear su valor actual.